Lo he pensado porque el otro día me pillé mirándote, de una forma...si te hubieras dado la vuelta en ese momento todo se hubiera ido a la mierda. Te habrías dado cuenta de todo.
Si el tiempo que gasto al día en mirarte, lo hubiera invertido
en acariciarte, quizás otro gallo, hoy me cantaría, quizás la
tristeza en mi vida seria alegría.
Como dice Melendi. Hoy he escuchado esa frase en la canción e inmediatamente he pensado en tí. Un desastre.
Creo que hay canciones de marea, que hablan cosas bonitas y cosas inmensamente tristes de nosotros. Tengo el corazón alicatao hasta el techo y tu lo has llenado de azulejos brillantes de recuerdos, tu has podido dormir a mi lado. Aunque parezca que se están masticando cristales, y aparte, no se cuantos amaneceres nos hemos podido comer.
Tu me has hecho saber lo que es ver al sol morirse de ganas de dar de lleno en la pared de un cuarto sin ventanas. Todos los días en tu cara.
Porque me reduzco a eso. Tapiando ventanas y quemando puentes, tienes que entenderlo;
Estuve bailando con la mala suerte, me bebí la razón, me fumé el corazón, no pude juntar el agua con aceite... pero a veces me imagino como sería y me invento otro mundo de puertas abiertas, en donde los besos no me sepan a mierda.
Pero después me acuerdo y pienso: ¿qué es lo que puede ofrecerte una salteadora de caminos perdidos?
Me he limado las uñas, ya no tengo ganas de trepar, la verdad es que ni ganas de ná,
tengo ya los nudillos cansados de quitar cascotes cuando me empiezo a derrumbar.
Se que me cuentan los días y los abrazos sin hallarte, y también se que sólo va a encontrarse cerrojos y las cicatrices de la soledad, el fiero el futuro que descubra en ceniceros lo que no te dije, ademas de la certeza de que no habrá sedales cuando me hiera tu ausencia.
Y en tu patio caen las pinzas de la ropa de algún dios para que le abras la puerta,
y en el mío, de cuclillas, se ha puesto a cagar el sol, para que nunca me duerma.
Porque..¿Sabes lo que pasa cuando escuchas música?
Que lo tienes todo claro de verdad por un momento.
Y yo lo nuestro lo he visto clarísimo. Pero soy una cobarde.
