martes, 29 de mayo de 2012

Cuando dormíamos

Cuando descansábamos siempre prefería que fuese el el que cerrase los ojos y apoyase la cabeza sobre mi pecho.
Me daba la sensación de que tenía que controlarme, tenia que mantener mi pulso firme y lento para que no notase que mi mente no estaba allí con él, para que su peso me hiciese replantearme el hecho de estar a punto de salir corriendo.
Les veía, me veía las manos entre su pelo y sabía que no merecían aquello. Pero hacia lo mismo con todos,  en realidad eso se lo he hecho a todos menos a uno.
Que es el único de quien huiré a partir de ahora.

martes, 15 de mayo de 2012

No te deseo lo peor

No hiciste las cosas como debías haberlas hecho,
fuiste más allá de lo correcto, de lo que yo podía soportar, me pusiste a prueba.
Y a pesar de todo eso yo por mi parte voy a seguir como hasta ahora,
demostrándote que soy esa persona que más de una vez te juró que nunca te iba a dejar solo.
Y creo haberte demostrado todo lo que te quería, y lo que te sigo queriendo porque no te odio,
ni tampoco te guardo rencor. Tan solo me duele.
Me parece que el amor te cierra los ojos y haces cosas sin pensarlas, cuando en realidad ni tu mismo sabes si quieres hacerlas, te transformas.
Pero aún así no te voy a pagar con la misma moneda, tu mismo SABES, me dijiste una vez y vas a comprobar que todo vuelve...


...Prometiste nunca abandonarme u hacerme daño: Mírame hoy.


lunes, 14 de mayo de 2012

La mecánica del corazón


"Nos vemos solo de noche. Su orgullo siempre me avisa: siempre tropieza con algo.
Es su forma de llamarme.
Nos amamos con mucha intensidad, y la pasión aumenta con los días. Apenas hablamos pero nos emocionamos a cada instante. Mi cuerpo esta mejor que nunca, tensión continua…como a punto de saltar. Sano y fuerte. Mi corazón se escapa de su prisión con ella, instalándose bajo mi cráneo para convertirse en cerebro.
¡En cada músculo y hasta la punta de los dedos, EL CORAZÓN! Sol feroz por todas partes. Enfermedad rosa de reflejos rojos.
Apenas me bastan las noches… Ya no puedo estar sin su presencia, sin su voz, sin sus pequeñas maneras de representar a la muchacha más frágil del mundo bajo el aspecto más fuerte que he conocido. Su manía de no contarme lo que le pasa por esa mente atormentada suya, como rehuye la mirada para que no vea sus pupilas encharcadas de lágrimas que no dejará escapar delante mío.
Ver sin ver de verdad, y sobre todo sin hacerse notar.
Descubro la extraña forma de funcionar de su corazón. Funciona con un sistema de concha auto protectora ligada a la falta de confianza que la habita. Y que trata de ocultar.
Una ausencia de autoestima peleándose con una determinación fuera de lo común.
Los resplandores de alegría que produce son estallidos de sus propias fisuras.
Es capaz de proyectarlos sobre los demás, pero cuando la luz se va, pierde el equilibrio. Aun no he descubierto el engranaje roto.
El código de acceso a su corazón cambia cada noche. A veces, la concha es tan dura como una piedra. Y su piel se vuelve fría, y me atrevería a decir que su sangre también. ¡Es tan complicado hacerla reír y olvidar a veces!
Por mucho que busque mil combinaciones en forma de caricias y palabras de apoyo, apenas consigo quedarme en las puertas de su misterio…sin embargo ¡Me gusta tanto hacer crujir esa concha!
Escuchar el sonido que produce al romperse, ver los hoyuelos que se marcan en la comisura de su boca y parecen decir “¡Sopla!”…
El sistema de protección más impenetrable volando en dulces pedazos."

Azul oscuro


- Ana, ¿Que coño estas buscando?
- Algo con lo que seguir engañándome

sábado, 12 de mayo de 2012

Anoche

Anoche fue la peor noche de mi vida. Sin precedentes. Horrible.
Me quedé sola toda la noche, mi hermano se había ido con unos amigos a Sevilla. Mis padres en la playa.
Y lloré. Lloré infinitamente, no por lo que había pasado sino por lo que he decidido.
Me lié un cigarrillo, bueno, más bien quince. A pesar de que lo he dejado.
Saqué todos los pinceles, un lienzo, miles de cuadernos, hojas, botes de tinta china...
y estuve toda la noche con miles de ideas, de cosas que no paraban de dar vueltas a la cabeza y de gritar y de miedo y de todo
es una sensación horrible, nunca la había tenido y espero no tenerla nunca más, es como un mogollón de adrenalina y dosmilmillones de hormigas recorriendote a la vez, todo eso mezclado con casi doce horas con las sensación de estar al borde de un precipicio.
Y pinté.
Me he pasado la noche pintando y fumando, con el maestro fito, thirteen senses, extremo, marea y dos o tres más cantándome solo a mí a toda mecha y miles de cosas por todo el suelo.
Y todavía no lo he sacado todo.

Solo tengo una cosa en claro: cual va a ser mi primer tatuaje.









Realmente en mi cuarto había más locura y destruccion y pintura por todas partes, pero paso de subir más fotos. Aparte, solo hice 2 o 3 para probar mi vena fotográfica y no es lo mio...