martes, 27 de diciembre de 2011

Sin salida

Hoy presa de un traje austero vuelvo a pensar de forma fortuita en unos años atrás, cuando te había expresado mi amor, dispuesta a todo, a casarme contigo, a ofrecerte hijos, a darme a ti en cuerpo y alma con el fervor de una mujer apasionada por vivir y vuelvo a pensar en ti. En ti despareciendo, en ti dándome la espalda, en ti y en el frió que se me metió en los huesos.
Ese día descubrí que se podía amar sin ser amado, y adivine que esa es una herida que no se cierra nunca.